
Finaliza una semana especial para los que nos hemos dedicado desde hace tiempo a trabajar en la temática PROA. La del 18N es desde hace años la semana del uso prudente del antibiótico. De hecho, en www.proantibioticos.com siempre preparamos algún post sobre las actividades que realizamos en el hospital. Podéis encontrar aquí nuestra primera entrada sobre el tema (¡2011!). Estas son las de 2013 (aquí), 2014 (aquí), 2015 (aquí). En 2017 diseñamos una lista de verificación (Check-list) de uso de antibióticos (aquí).
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Esta semana del uso prudente del antibiótico ha sido distinta. La pandemia Covid nos ha ocupado de lleno en los últimos meses en Aragón, algo que también le ha ocurrido a muchos de los integrantes de los equipos PROA en nuestro país. Desafortunadamente, este año no hemos podido organizar una actividad específica. De forma testimonial reservamos un momento en nuestro pase Covid diario para recordar los principios de uso de antibióticos adaptados a esta patología.
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Aunque Covid nos haya obligado a cambiar nuestras prioridades y hayamos tenido que dejar aparcadas, en mayor o menor medida, muchas actividades PROA. Aunque a muchos de nosotros la experiencia SARS-CoV-2 nos haya dejado agotados es importante que reconozcamos algunas de las oportunidades que surgen a partir de este momento:
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- Pandemia a cámara lenta. Es necesario hacer ver a los responsables sanitarios y a nuestros gestores que la resistencia a los antibióticos y su impacto en salud es una pandemia a cámara lenta. Si han aprendido algo de estos meses entenderán la importancia de actuar cuanto antes de forma contundente. No hacerlo tendrá un coste en salud. Y en vidas.
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- Liderazgo PROA. La transversalidad de la actividad PROA (“da igual donde esté el paciente” podría ser perfectamente un lema PROA) ha hecho que en muchos hospitales los responsables y los integrantes de los equipos PROA hayan participado activamente en el diseño de la organización de la actividad. Esto es reconocido tanto por los profesionales en las áreas Covid-19 como en los de aquellos servicios que no han tenido que hacerlo tanto. Es muy probable que los gestores, aunque no lo hayan expresado, también sean conscientes de ellos. Este reconocimiento genera confianza por parte de gestores y prescriptores, que es el sustrato del trabajo PROA. En cuanto podamos volver a nuestra actividad, es probable que esta resulte más fácil. Pero necesitamos (es fundamental) que los gestores consoliden los equipos PROA.
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- Microbiología. El esfuerzo hecho por los Servicios de Microbiología en la pandemia Covid ha sido tan brutal como providencial. Su participación ha sido crítica y ha permitido que no trabajáramos a ciegas. Ha obligado en muchas ocasiones a cambiar significativamente su organización del trabajo y ha facilitado la implementación de la actividad continuada en muchos centros. También ha puesto de manifiesto graves problemas, como son los relacionados con la preanalítica y con los sistemas de información. Esta pandemia ha puesto el foco en el valor de la Microbiología, que es reconocido de una manera mucho más generalizada que antes. Cuando esto acabe (o por lo menos cuando amaine un poco más), será el momento perfecto para aumentar la participación e iniciativa de Microbiología en actividades PROA.
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- Avances en investigación clínica. La necesidad de entender esta nueva enfermedad y de encontrar tratamientos eficaces, abordada mediante estudios observacionales y ensayos clínicos pragmáticos, ha inoculado la cultura de la investigación en los hospitales de nuestro país. Y ha puesto de manifiesto que se puede hacer investigación clínica independiente de calidad, desproveyéndola de grasa burocrática / formal, que la hace insostenible. El terreno para diseñar e implementar estudios de optimización del uso de antibióticos ha quedado mucho más despejado. Tenemos que aumentar las evidencias que definen el buen uso de antibióticos. Es una gran oportunidad.
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Aunque ha sido una semana agridulce ser conscientes de las oportunidades que nos esperan sube la moral ahora que se empieza a vislumbrar algo de luz al final de túnel Covid. No obstante, sigan teniendo cuidado ahí fuera y, además, descansen. Las oportunidades que hacen que la vuelta a la actividad PROA sea ilusionante están ahí pero su desarrollo precisa de profesionales motivados y con suficientes fuerzas.
Excelentes reflexiones. Añadir que el reconocimiento de la Especialidad de Enfermedades Infecciosas sería muy lógico después de la experiencia vivida con el COVID, y al mismo tiempo sería un espaldarazo a los PROA