Los aminoglucósidos son un recurso clásico dentro del arsenal antimicrobiano. Al menos 9 aminoglucósidos (AMG) tienen utilidad para el tratamiento y prevención de infecciones en humanos y son: gentamicina, tobramicina, amikacina, estreptomicina, neomicina, paromomicina, kanamicina, netilmicina y espectinomicina. De éstos, los más utilizados en la práctica clínica son: gentamicina, tobramicina y amikacina.
.
Por varios motivos, entre ellos por sus particularidades farmacocinéticas/farmacodinámicas (PK/PD) que les confieren un estrecho margen terapéutico, deben ser utilizados con precisión. A continuación resumimos los principales aspectos prácticos para su utilización, que hemos presentado de la siguiente manera:
.
Deja una respuesta