Investigadores del NIH ha publicado en agosto un interesante artículo describiendo el trazado mediante secuenciación genómica de un brote nosocomial por Klebsiella pneumoniae productora de carbapenemasa KPC en el hospital de dicha institución.
La razón fundamental de la publicación de este artículo es describir cómo la secuenciación genómica ha contribuido a entender mejor las circunstancias de un brote nosocomial complejo. De manera un tanto sorprendente el trabajo ha llamado la atención de los medios de comunicación en EE.UU. En esta entrada resumimos el brote y tratamos de discutir las circunstancias que han contribuido al «ruido» mediático que ha tenido.
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Snitkin ES, et al. Tracking a Hospital Outbreak of Carbapenem-Resistant Klebsiella pneumoniae with Whole-Genome Sequencing. Sci Transl Med. 2012;4(148):148ra116.
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En junio de 2011 la paciente índice, colonizada por Klebsiella pneumoniae KPC, es trasladada al NIH Clinical Center desde un hospital de Nueva York. Dado que su situación de portadora es conocida en el momento del traslado, ingresa en habitación individual en régimen de precauciones de contacto «reforzadas», precisando traslado a UCI en dos ocasiones, en ambas ocasiones durante menos de 24 horas. A pesar de lo anterior, dos semanas después de que la paciente reciba el alta, empiezan a aparecer casos de infección y/o colonización por la misma cepa de K. pneumoniae, afectando a un total de 17 pacientes durante seis meses, 10 de los cuales fallecieron, estando 6 defunciones directamente relacionadas con la infección. Finalmente, al cabo de varios meses, tras la introducción de una amplia serie de medidas de vigilancia y de control de infección el brote se controló. El hecho de que tardara tanto en controlarse, pese a las circunstancias «óptimas», que incluyeron un fuerte apoyo administrativo y financiero da una idea de la dificultad de la tarea.
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¿Por qué tanto revuelo?
- Sin duda, se ha debido en parte a lo inusual del contexto en que se ha producido el brote. El NIH Clinical Center es un hospital de aproximadamente 200 camas dedicado enteramente a la investigación clínica y dotado de toda la potencia científica y tecnológica que supone estar en el corazón del campus del NIH en Bethesda. Un brote es sin duda una mala noticia, pero si éste ocurre en el «Centro de Excelencia», la repercusión es más notable.

- Las circunstancias epidemiológicas del brote también son inusuales. En primer lugar, éste es un hospital en que los enfermos que son atendidos allí, lo son por «invitación», al tratarse de pacientes, generalmente con enfermedades graves, que están participando en ensayos clínicos. Es decir, la entrada de pacientes se produce de una manera que podría decirse «controlada». Por otro lado, el hospital estaba «limpio» de KPC antes del brote.
- El interés de la secuenciación genómica como técnica aplicada al control de infección, así como posturas críticas hacia el excesivo interés que se había puesto en la secuenciación en detrimento del resto de medidas de control de infección ha tenido su reflejo en la red con multitud de blogs comentando diversos aspectos del brote y del trabajo (aquí hay algunos enlaces, algunos ).
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